el afinador de habitaciones
llevo el miedo
como una medalla
oscura, sin brillo
entre los agrios días
qué fácil era creer
cuando creía
sácame de mí
acógeme
de qué sirve un amor
que se deshace en versos
y nadas
y tristezas
quédate ahí
cose tu muñeco de piel
poro a poro
y no olvides apagar la luz
cuando te vayas
grilletes, cerrojos, mentiras
y un tibio vacío
bebo de tu boca
palabras que me atraviesan
gotas de lava ardiente
y no hay orillas
ya no queda nada en mí
de mí
Entradas más recientes
Entradas antiguas
Inicio
Suscribirse a:
Entradas (Atom)