algún día de estos
saldré de casa
y visitaré la ciudad
no, amor
yo no te engaño
es mi mano, la diestra
posada sobre biblias
sobre textos sagrados
que jura por un mundo
de muertes renovadas
y por cuanto demonio
se derrama en la tierra
y así me escandaliza
embriaga tus axilas
de sombríos olores
y me empuja a soñar
día tras noche
en labios, lunas rojas
y tú
otro edén encarnado