debo admitir
que sólo un carácter
excepcionalmente detestable
puede llegar a desavenirse
con su mujer imaginaria
sobran los días
el tiempo, la vida
sí, yo también
quiero todo, pero
muchísimo más

no entiendes
qué es una voz
hasta que dejas
de oírla
hoy era todo
y es nada
lo peor es oírle decir
que no quiere hacerte daño
yo esperaba un mañana
como los idiotas esperan
cualquier otra cosa