y puesto que quienes vivimos y creemos en los viejos principios estamos perdidos, ya me he procurado cierto frasquito
stefan zweig
antiguas inscripciones sin sentido. meditación sobre las posibilidades de ser completamente desdichado en esas calles, plazas, bancos y orillas de estanques. todo el que sea capaz de llorar, debería venir aquí los domingos